- En el año de 1880 en Yutanino había un hombre llamado
Aniceto López, descendiente de raza mestiza, quien era muy rico pero no tuvo
hijos y al no tener en qué gastar su dinero, lo enterró en un lugar llamado El
Pedregal. Y así pasó el tiempo, pero un día, cuando don Aniceto iba al entierro
de una señora, al pasar por un arroyo la corriente lo arrastró llevándolo al
crecido río, el cual lo golpeteó en una creciente de 500 metros hasta que las
mismas aguas lo orillaron inconsciente. Tiempo después murió sin dejar
testamento. Y se cuenta que desde ese momento alguien empezó a llorar en el
lugar donde enterró su dinero. Ahora, a ese paraje, donde enterró su dinero, se
le llama El Pedregal de la Llorona.
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Este es el cerro de la laguna que con sus zumbidos nos anuncia el paso de un huracán en nuestras costas y que lloverá por muchos días. |
Por todo lo anterior y como final de esta breve
monografía, te invito a que conozcas todos estos lugares y de otros que no
están enumerados, tales como La Cueva del Resplandor, La Cueva del
Palacio, El Cerro de la Laguna, La Cueva
del Chivato, La Cueva del Cuartel, Chorro Blanco y las ruinas de nuestros
antepasados ubicadas en las faldas del Cerro de Tres Cabezas.